Con ocasión del día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el pasado día 13 de febrero, se celebró en nuestro centro una mesa redonda sobre “Mujer, ciencia y tecnología”, con la participación de cinco mujeres científicas que desarrollan su actividad en la Universidad de Sevilla. La representación masculina y de la Universidad Pablo de Olavide la ostentó D. Juan Jiménez Martínez, moderador del acto.
El objetivo: dar voz a cinco mujeres que por su dilatada labor tecnológica, docente e investigadora desde diferentes áreas (física, farmacia, biología, matemáticas, química) podían ofrecer un testimonio de primera mano sobre las fortalezas y debilidades, logros y retos de la mujer en estos ámbitos.
Ponentes y ponencias
Dña. Susana Gaytán Guía: “Neurobiología de género”
Dña. Carmen Monedero Perales: “Investigación básica y transferencia de conocimiento”
Dña. María Luisa Moyá Morán: “Importancia del carácter multidisciplinar en la investigación”
Dña. Desamparados Fernández Ternero: “Topóloga, no topógrafa”
Dña. Julia Cortés Delgado: “Ciberseguridad”
D. Juan Jiménez Martínez: “Nuestros genes”
Tras una breve presentación de su trayectoria académica y profesional, que fue ya un referente para nuestro alumnado, las ponentes intentaron dar respuesta a las cuestiones previamente planteadas por el alumnado (estudiantes de bachillerato del ámbito científico) en las que expresaban sus inquietudes.
Una de las cuestiones que centró la discusión fue por qué a igual talento y capacidad, no siempre se aprecia igual mérito. A falta de razones genéticas o biológicas que pudieran justificar este desequilibrio, parece que la atención debe centrarse en motivos de orden socio-cultural.
En esta línea todas coincidieron en promover una toma de conciencia del valor social de la maternidad, propiciar un mayor protagonismo del hombre en el ejercicio de su paternidad, y adoptar medidas sociales y políticas que protejan a la mujer en esta etapa de su vida. La maternidad no debe suponer para ninguna mujer una penalización, sino que debe reconocerse como un bien a proteger.
Las últimas palabras de cada ponente fueron especialmente significativas por el contexto en el que eran pronunciadas y el público al que iban dirigidas: un mensaje alto y claro alentando al trabajo constante y al empeño por sacar el máximo partido de sus capacidades, de cara a su realización personal y al servicio de la sociedad.